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La necesidad de repensar en nuevos paradigmas y modelos en el ámbito de la inclusión social ha adquirido un gran protagonismo en los servicios sociales, y esta apuesta también se corresponde con un cambio más general en el conjunto de las políticas sociales. Este curso pretende facilitar la reflexión en torno al derecho de las personas usuarias a la calidad en los servicios sociales para la inclusión social, tanto en lo referente a la calidad de la atención como en lo referente a la calidad de vida de las personas como fin último de cualquier proceso de intervención social. El curso quiere visibilizar que estos dos conceptos convergen con otros en un camino hacia un modelo más inclusivo, centrado en la persona y que garantice, en mayor medida, la autodeterminación de las personas atendidas.

Más allá de la reflexión, con el objetivo de aportar una visión más pragmática, en este curso se analizan diversas herramientas y experiencias desarrolladas para la mejora de la calidad en los servicios sociales en diferentes campos: en la planificación y en los procedimientos, en la gestión de equipos profesionales, en la normativa o en la consideración de los aspectos éticos, entre otros. Así pues, el curso también contribuye a enfatizar en la relevancia que adquieren los equipos profesionales en este contexto y a sensibilizar sobre nuevas formas de gestión e intervención social.

El curso está orientado a las personas –profesionales y voluntarios− que trabajan en el ámbito de la intervención directa con personas en situación o riesgo de exclusión social, así como a las personas responsables de la planificación y regulación de estos servicios.

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