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El Derecho de Familia, si bien ha alcanzado en la actualidad una relevancia cuantitativa innegable en el ámbito forense, carece de un tratamiento específico a nivel universitario, por lo que el conocimiento que los graduados de la universidad española han podido adquirir, no se corresponde con la importancia y el auge que, como señalamos arriba, esta materia ha alcanzado en los tribunales.

Este incremento a nivel cuantitativo, se ha venido produciendo igualmente a nivel cualitativo, en tanto que se ha producido en los últimos diez años, por no ir más atrás, una rápida y continua evolución en el Derecho de Familia de nuestro país que exige una continua revisión de los parámetros que se manejan en esta disciplina.

Desde la Sección de Familia del ICAMA se ha venido observando un incremento de la demanda por parte de los colegiados en el conocimiento de la misma que se ha visto no solo materializada por el alto nivel de asistencia a los diferentes actos formativos que la Sección ha venido desarrollando durante los últimos años en el marco del centro de Formación de nuestro Colegio, sino en las continuas peticiones que en aras de una formación más sistemática y organizada en materia de Derecho de Familia se han venido recibiendo, siendo de reseñar que dicha demanda se sitúa a dos niveles, de una parte, los nuevos profesionales que se incorporan a la Abogacía y que son conscientes de la carencia en una formación específica en materia de familia dado el tratamiento disperso y marginal de la misma en el ámbito universitario y, de otra, aquellos profesionales que aun cuando tienen un mayor conocimiento de la materia y una mayor experiencia de ejercicio forense, son conscientes de sus propias carencias especialmente cuando han de tratar y resolver cuestiones o aspectos más complejos que se pueden suscitar en el ámbito de esta materia.

Sobre la base de tales premisas y a fin de satisfacer dicha demanda, la Sección de Derecho de Familia propone la realización de dos cursos o módulos, plenamente independientes el uno del otro, impartidos como regla general por abogados, aun cuando se cuesta con la intervención de otros operadores jurídicos especializados y dirigidos a abogados que por una parte y en cuanto al primero, quieran iniciarse en esta materia y, de otra y en cuanto al segundo, para profesionales que con una base de experiencia previa deseen profundizar en la misma, con una perspectiva que, sin soslayar los fundamentos teóricos de la materia, sea eminentemente práctica y dirigida a dotar al profesional, en el primer caso, de los elementos básicos bien para iniciarse en el ejercicio forense en esta especialidad o bien, en el segundo caso y disponiendo ya de dicha formación básica, de profundizar y perfeccionarse en aquellos aspectos más complejos de la misma.

Con dicha perspectiva, esta Sección ha propuesto al Centro de Formación la realización de dos cursos, que pueden ser seguidos de forma independiente pero también sucesivamente, razón por la cual se propone su impartición de forma no paralela en el tiempo, de manera  que permitan en un primer curso o módulo adquirir los conocimientos teórico-prácticos básicos para iniciarse con un cierto nivel de garantía en el trabajo forense en esta materia y, en un segundo módulo, ampliar dicha formación básica profundizando en la materia y en sus aspectos más complejos; y que, como ya se ha hecho hincapié, no solo puede resultar de interés para los alumnos del primero sino, muy especialmente y como ya se ha indicado, para profesionales ya dotados de una formación en este campo pero interesados en profundizar o perfeccionar sus conocimientos en la materia.

En cuanto a contenidos, se plantea, a fin de no sobrecargar el programa, que los mismos se circunscriban a lo que se ha venido a denominar tradicionalmente Derecho Matrimonial (con inclusión de lo relativo a parejas de hecho con hijos) y de menores, así como la filiación y el tratamiento de la discapacidad, optando por no incluir otras materias como el Derecho sucesorio, ello sin perjuicio de que puedan tratarse de forma separada en un futuro.

De la misma manera, y siendo conscientes de lo vasto de la materia, se plantea, para cada uno de los cursos o módulos, un número limitado de temas a tratar pero que cubran de forma suficiente la mayor parte de las cuestiones que en materia de Derecho de Familia se suelen suscitar en la práctica forense, de forma que los alumnos puedan acceder a los elementos y herramientas, primero básicas, y después de perfeccionamiento, necesarias para su desempeño ante los Tribunales.