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Como se ha indicado por las Naciones Unidas en el marco de la organización ONU Mujeres, que se ocupa de promover la igualdad de género como defensora de la necesidad de mejorar las condiciones de vida de las mujeres y las niñas, la violencia sexual y la discriminación se evidencia y generaliza en los conflictos armados e incluso se utiliza ala mujer como tácticas de guerra. Además, durante los conflictos se exacerba la trata de seres humanos, la violencia doméstica y el matrimonio infantil obligatorio. Las Naciones Unidas ha adoptado acuerdos internacionales para abordar la violencia de género en los conflictos armados, como la Resolución 1960 del Consejo de Seguridad que establece un sistema de rendición de cuentas relacionada con la violencia sexual en zonas de guerra o la Resolución 2122 del Consejo de Seguridad que determina la necesidad de contar con ayuda humanitaria para atender embarazos no deseados como consecuencia de violaciones en zonas de conflicto.

Téngase en cuenta que las guerras actuales no solo se desarrollan en los campos de batalla sino sobre todo en las ciudades, en los pueblos y en las casas, donde los civiles son los principales agredidos como se está viendo en la invasión de Ucrania. Según las estadísticas el 90% de las víctimas de las guerras son los civiles y de ellos sobre todos las mujeres y las niñas.

La violencia de género en el marco de los conflictos armados es una de las peores lacras con la que se enfrenta la comunidad internacional y se hace necesario alertar y reflexionar sobre la importancia de visualizar este problema y buscar soluciones acordes con la protección de las mujeres y las niñas, por lo que el curso que hemos planteado por parte de la Universidad de Jaén y la Fundación Fibgar viene a cubrir esta llamada de atención y a reflexionar sobre el incremento de este tipo de violencia.